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septiembre 12
• Editado (sep 12, 2025)

Los sueños no nacen solo de la voluntad personal. También se alimentan de la fe de quien se queda cerca, aun en los momentos más frágiles. Ese ha sido el regalo más grande que he recibido de mi esposa: la constancia de su compañía. Gracias a ella entendí que el verdadero amor no se mide solo en palabras, sino en la manera en que alguien sueña, cree y crea contigo.

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