La familia es ese espacio donde el tiempo parece detenerse.
Es compartir una comida, una plática sin prisa, una carcajada que se queda en el corazón.
Son los abrazos que dan fuerza, las miradas que entienden sin palabras y los momentos que se disfrutan.
Porque al final, lo más valioso no son las cosas que tenemos, sino las personas con las que decidimos vivir cada instante.