Haz una pausa y pregúntate con el corazón en la mano...
¿Estoy viviendo la vida que yo quiero… o la que otros quisieron para mí?
Porque a veces…
• Elegí una carrera “estable”, no la que me apasionaba.
• Me quedé en una ciudad solo por no decepcionar a mi familia.
• Me casé, tuve hijos, o seguí una rutina… sin preguntarme si eso era lo que yo realmente soñaba.
• Dije que sí a un trabajo solo porque “era lo correcto”.
Ahora respóndete con honestidad:
¿La vida que vives hoy te hace sentir viva(o)?
Sí, estoy construyendo lo que realmente quiero.
No, y es momento de empezar a escucharme.
Escribe tu respuesta en los comentarios.🔽
Tal vez lo que tú compartas, también despierte a alguien más.